Este año se rompieron varios récords en el marco de la Semana del Arte en la Ciudad de México 2024. El Sistema de Información Cultural de México reporta que hay al menos unas 269 galerías de arte registradas oficialmente en esta ciudad de casi 9 millones de habitantes. El arte brota en cualquier esquina.
Es cierto que quizás no toda esa población esté interesada en el arte, mucho menos el arte contemporáneo, ni por el circuito ferial, ni por las galerías; pero tal parece que la Ciudad de México vive por el arte y por esta semana.
Quizás en sus dinámicas –bastante performativas– simplemente nos da la bienvenida a su propio juego, uno que también implica sonoridad y un delicioso sabor particular. ¿Se ha convertido Art Week CDMX en un happening colectivo y multisensorial?
I. SCULPTED
Exposiciones temporales, colectivas, visitas de estudio, un cóctel de inauguración, charla con el curador, brunch de museo, galas benéficas. Una semana (que en realidad pareciera más bien un mes) hace que los ojos, los oídos y todos los sentidos del mundo se posen en la Ciudad de México. Quizás con la excusa de encontrar algunas respuestas, Materia y su fundadora, Sarah Len, en un esfuerzo colaborativo, tuvieron el honor de presentar SCULPTED y así dar inicio a esta semana de arte y diseño.
Bajo una misma amalgama de conceptos, SCULPTED fusionó las obras del renombrado artista mexicano Jorge Yázpik y el estudio de diseño con sede en Nueva York, Known Work, al interior de los espacios de Materia. El evento de partida convocó a varios de los nombres que moldean la industria del arte contemporáneo, no solo en esta megalópolis. Ellos fueron testigos de una noche notable, por tratar de reducirla en un solo adjetivo.
II. Una mesa, Materia y gente del arte
Hector Esrawe de Esrawe Studio; la artista multidisciplinaria Sarahí Carrillo; Aleph Molinari, co-editor en jefe de Purple Magazine; la directora creativa Alexandra Lilias Regehr; la editora y escritora Anfisa Vrubel; Patricia Guerrero (siempre con las riendas culturales y de la moda en México); Brian Thoreen y Johnathan Bailey de MASA Galería… fueron algunos de los convocados ese primer lunes de Art Week. Un grupo generoso, pero cuidadosamente seleccionado. Jeremy Levitt y Danu Kennedy de Known Work daban amablemente la bienvenida. Pese a lo convulsa de esta semana, todos llegaron muy puntuales, con looks dignos de esta semana que también se transforma en pasarela de modas y en un showroom de estilo de vida. Quién dijo que las disciplinas no convergen, especialmente en México.
Esta colección, la primera del estudio Known Work, reflejaba una suerte de tensión a través de geometrías elegantes combinadas con materiales suaves. Las piezas son creadas con una atención meticulosa a los detalles y un profundo respeto por la artesanía. Al preguntarles por el proceso creativo es notorio que el estudio adopta un enfoque antropológico en cada colección, explorando la conexión entre el ser humano y el objeto. Así, los objetos (o artefactos) también están dotados de una cierta familiaridad estética que podría remitirnos a ese diseño de la era de oro italiana, y quedar perfectamente integradas en un espacio actual, en cualquier capital del mundo.
Ni siquiera un ligero retraso en las congestionadas aduanas mexicanas evitó que Know Work ahora también conquistara ahora a México. “Tiene algo especial esta ciudad, te atrapa”, comentaba Kennedy, muy animada, antes de pasar a la mesa. Alex Dilena de Known Work también comentó el paralelismo entre lo que se vivía en la Ciudad de México y otras grandes capitales del arte, solo que aquí el ritmo “es imparable”.
‘A veces estas columnas se sentían como invitados más; en otras se sentía como si pudieran escuchar todo lo que se habló esa noche, expectantes desde donde estaban.’
‘El único que se mantuvo siempre en el mismo lugar, justo al centro de la mesa, incólume, sutil como la madera, imponente como la roca, fue Yázpik.’
III. Yázpik incólume. Hora de los tamales
Yázpik partició en esta exposición creando una impresionante serie de columnas monumentales, podríamos describir como tótems, aunque no sé si el artista esté de acuerdo este concepto. De entrada daban un aire ceremonial dentro de la caja blanca del espacio. Las columnas permanecían vigilantes y se levantaban entre los invitados, a un lado de la gran mesa que sirvió como balsa y punto de unión al interior de Materia.
A veces estas columnas se sentían como invitados más; en otras se sentía como si pudieran escuchar todo lo que se habló esa noche, expectantes desde donde estaban. Y se habló mucho y con gran espíritu, de arte, sueños, instalaciones, deseos, curaduría, mejores restaurantes en México, personas conocidas, muertes imprevistas, ganas de seguir viendo. La lista continúa.
Las imponentes piezas talladas en madera nativa y piedra volcánica nuevamente combinaban ese aire de “arte prehispánico, altura monumental, precisión geométrica y materiales locales” (usando palabras del equipo curatorial). Y en efecto, era difícil no hacer una pausa silenciosa al momento de verlas y caminar entre ellas.
¿El punto climax de este ritual o quizás, happening? El maestro Yázpik fue quien buscó, directo en la cocina, a la chef Jodi Moreno no solo para que explicara el menú, sino para agradecer que haya sido la verdadera directora de escena, al marcar el pulso de la noche con un ceviche fresco, elotitos preparados, una crema reconfortante y los esperados tamales de hoja de plátano. Estos ya habían sido presentados en un menú-obra de arte que el mismo Yázpik había diseñado para esa noche.
La llegada de los tamales también causó otro momento contemplativo y de admiración sobre la mesa. Una vez que se abrieron las hojas, y el interior de masa de los tamales desapareciera, el protocolo se aligeró y rápidamente los invitados fueron moviéndose de un lado al otro de la mesa para seguir tocando nuevos temas. También hubo varias paradas a fumar un cigarrillo al lado de las columnas, mientras las risas de alguna anécdota pasada en Zona Maco salía a relucir. Los más entregados hablaban sobre la búsqueda de nuevas ideas para Art Week 2025. ¿Superarán los 81mil visitantes que se registraron este año en el Centro Banamex? Solo el tiempo y la permanencia lo dirán.
El único que se mantuvo siempre en el mismo lugar, justo al centro de la mesa, incólume, sutil como la madera, imponente como la roca, fue Yázpik.
Elotitos de la Chef Jodi Moreno