ALEJANDRO GARCÍA CONTRERAS SOBRE LAS SERPIENTES Y LA DESCODIFICACIÓN DE LO DIVINO

SARAH LEN: Háblenos de su contacto con el arte cuando crecía en Chiapas.

ALEJANDRO GARCÍA CONTRERAS: Es extraño porque Chiapas es muy rico en cultura y arte, pero al mismo tiempo es un lugar muy marginado en materia cultural, con poco o nulo acceso al arte contemporáneo actual. No hay ningún museo de arte moderno o contemporáneo en todo el estado. Pero la región está cargada de historia, mitos, leyendas y características culturales únicas, tan particulares, que le dan un carácter muy especial. Crecer en Chiapas en esa época fue muy especial. Fue mi contacto con el arte: El arte prehispánico, las historias de mi abuela, las artesanías, el arte colonial y el acceso a una naturaleza voraz que consume todo lo que está bajo su follaje.

SL: ¿Qué opinas del arte, el diseño y la cultura en México en este momento?

AGC: Están pasando cosas muy interesantes. Creo que también se debe a una mayor apertura a los discursos que se abordan en todos los medios. México siempre ha sido un país hecho de un pastiche cultural, es parte de la propia naturaleza de lo que representa la ‘cultura mexicana’. Esto crea una identidad muy particular que se refleja en el arte, el diseño y la cultura.

SL: En tu arte exploras temas inspirados en la cultura pop contemporánea, el folclore, los mitos clásicos, el ocultismo y las religiones. Su estudio está lleno de estas referencias. Díganos qué es lo que más ha influido en estas categorías.

ACG: De alguna manera, todas estas referencias se entrelazan y me interesa mucho tratar de entender por qué, o de dónde viene la relación. El interés por la psicología, para mí el inconsciente y lo oculto, refleja un vínculo con una condición humana en la que la energía psíquica ya no puede encontrar expresiones adecuadas para representarse a sí misma. Por eso me interesa hacer arte. Creo que el arte es el lugar donde se puede canalizar esa fuerza y energía creativa. La construcción del pensamiento creativo siempre ha estado ligada a los rituales, a los procesos ocultos y religiosos, a las metáforas de la existencia y creación de la vida y del universo. Como posibilidad de representación, el mito es metáfora y referencia de lo que entendemos como virtudes humanas. El folclore acaba impregnado de estas referencias que perviven de diferentes formas, a su manera, como consecuencia de una antigua creencia o superstición. De alguna manera me parece que toda esta construcción de la ‘creencia divina’ se refleja hoy en la cultura pop contemporánea y en la forma en que opera nuestra idea de lo divino. Los ídolos y los nuevos dioses son estos nuevos sistemas de panteones de personajes ficticios de cómics y videojuegos, actores, músicos, etc.

SL: ¿Y cómo se manifiestan estas influencias en su vida y posteriormente en su obra?

AGC: Muchas de estas cosas se manifiestan directamente como parte de mi vida cotidiana, cosas con las que convivo o procuro practicar con constancia. Me cuesta trabajo generar un filtro y muchas de estas pasan directamente de la vida diaria a la obra, así nada mas. Pero intento que exista una suerte de misterio sobre el camino, intentar borrar huellas o crear huellas falsas de las evidencias del andar y mezclarlas con proyecciones inconscientes y alguna que otra invención.

SL: ¿Qué materiales explora actualmente en su obra?

AGC: La cerámica, principalmente, está muy presente en mi práctica, me parece ser un material con infinitas opciones, al igual que el concreto, con el que vengo trabajando hace unos años. Comencé una serie de esculturas en concreto de formatos más grandes y estoy buscando nuevas opciones para ese cuerpo de obra, y finalmente pero no menos importante realizando una nueva serie de pintura en óleo.

SL: ¿Cuáles son algunos de los rituales de su práctica o de su vida personal que le ayudan a mantener la inspiración?

AGC: Creo que la vida misma es un ritual de inspiración dependiendo del lugar en el que te situes. La constante memoria, el recuerdo de elementos y momentos que definen nuestras ‘personas’ son constantes rituales que aparecen y desaparecen como señales que me ayudan a no perderme en el mundo. La inspiración para mí puede venir de cualquier lugar, procuro mantenerme atento a esos momentos en los que hablan las “voces” e intentar escucharles lo mejor posible. Me gusta pensar que muchas veces lo que realizo ni siquiera son mis ideas, sino más bien como artista funcionó como una suerte de embudo, un canalizador o ·’médium’ ante estímulos que me son incomprensibles y que provienen de lugares más complejos que mi propia ‘inspiración’ y buscan una manera de escapa de ese otro lugar y materializarse. Creo que cuando sucede eso es cuando aparece mi trabajo.

SL: Nos conocimos en su exposición Mecanismos y pruebas de la coevolución genital: El papel de la selección natural, la elección de pareja y el conflicto sexual (2021). ¿Qué mensaje esperaba que el público se llevará de esa exposición? 

AGC: Esa pieza es muy especial y complicada para mi. Define de alguna manera mi sentido de vulnerabilidad y conflicto frente al amor y la experiencia de las relaciones de pareja. Es el resultado de un largo proceso de ruptura con mi expareja, y la consecuencia de toda esa fricción y desgaste emocional se ve reflejada de cierta forma en la situación, materialidad y simbolismo de estas esculturas serpientes. Esta experiencia me llevó a reflexionar sobre mi propia vulnerabilidad y fragilidad masculina frente a un conflicto emocional, la pérdida del amor y la separación, y por consiguiente como enfrentaba la memoria ¿en donde todo eso me situaba? Algo importante era intentar transmitir de alguna manera esa emoción frente a una situación de vulnerabilidad, sin salida. Susan Sontang lo explica mejor en una frase que dice algo sobre que amar es como entregar tu piel a una persona y no saber en qué momento se irá llevándose tu piel con ella.

SL: Sus serpientes han destacado desde la primera vez que nos encontramos. Una con boca vaginal frente a otra fálica. Cuéntenos en qué se inspiró esa pieza y qué narrativas está explorando.

AGC: La pieza contiene una serie de lecturas que podría definir como ‘Lo personal’ ‘lo cultural’ y el ‘mitológico/histórico’. Principalmente me parecía importante también subrayar cómo funciona nuestra idea de la representación de lo divino, y de cómo lo sagrado para unos, es la representación de lo maligno para otros. El dios de tu enemigo es un demonio. El símbolo de la serpiente que siempre fue referente y vínculo con lo sagrado por tantas culturas , hoy día, transita con este estigma satanizada y cargada de elementos malignos para los ojos de otros. Esto nos habla mucho de la misma condición humana de contradicciones y conflictos. Un mismo elemento y símbolo representa la sexualidad sagrada vinculada a lo divino (la serpiente en muchas culturas orientales y prehispánicas) para algunas otras es la representación del pecado, la culpa y lo maligno (en occidente y en la cultura Judeo/Cristiana se toma por la representación misma de la maldad). El símbolo cambia de significado dependiendo su contexto cultural, de su época y sus circunstancias. Me interesa la idea de explorar estos arquetipos universales a través de mi trabajo y la forma como cada persona proyecta su propia carga de significados sobre el objeto. Todo esto está muy vinculado en referencias a los estudios y textos de G. Jung, J. Cambpell, Huxley y Alan Watts principalmente.

SL: ¿Qué ha aprendido sobre el simbolismo de las serpientes en la mitología, el folclórico y la cultura mexicana? 

AGC: Bueno en México la condición sagrada de la serpiente era muy presente antes de la llegada de los Españoles. Quetzalcoatl y Kukulkan son dioses serpientes emplumadas de vital importancia para la mitología mesoamericana. Su condición como un dios ‘Prometeo’ le valió un lugar muy importante dentro del panteón prehispánico. Hoy día la Serpiente sigue siendo un elemento de fuerza y divinidad muy presente en muchas de nuestras culturas indígenas donde se le sigue admirando con amor y devoción. 

SL: A menudo tus piezas tienen sugerencias de sexualidad y fantasía. ¿De dónde viene eso? 

AGC: La sexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. Me parece importante hablar de algo que es una de las pocas cosas que nos une sin diferencia alguna como seres humanos como es la práctica de la sexualidad. No importando el color de piel, idioma, o condicion social, el amor (y el sexo como una de sus manifestaciones) es un lenguaje universal. No comprendo por qué se oculta y se avergüenzan muchas personas de abordar sus fantasías o hablar sobre sus prácticas o preferencias sexuales. Una sexualidad creativa es también una sexualidad de fantasía y me parece algo muy saludable. Creo que es un buen momento para que las cosas se aborden de una forma diferente. Desde lo emotivo y lo sensitivo y no solo desde lo superficial, lo vulgar y el lugar común. 

SL: ¿Cuál cree que es la mayor equivocación sobre su trabajo? 

AGC: No estoy muy seguro, no pienso mucho en eso ahora. Creo que existen muchas maneras de malinterpretar cualquier acción o pensamiento que cualquier persona realice. Lo editas, acotas el contexto, haces una fotografía sobre un detalle y no sobre la totalidad. Tener lecturas equivocadas sobre el trabajo o una persona es una práctica muy común desde siempre. Creo que el contenido en mi trabajo puede ser difícil de digerir para personas que tienen un entendimiento del arte quizás más conservador. No me es realmente importante. Pero si me da mas gusto cuando descubro que aquello que para mi parecía una debilidad o una equivocación, se convierte en una fortaleza o un acierto para otros. 

SL: ¿Cómo te enfrentas a la feminidad sexual y explorar ese lado de ti misma en correlación con tu trabajo? Psicológicamente y a través de las historias de poder femenino que has explorado. 

AGC: Para mi mucho de esto parte de la búsqueda de representación del femenino dentro de una nueva cosmogonía diferente. Pensar el universo como una ‘Universa’ y la creación misma como el big bang de un gran orgasmo de una Universa eyaculando. Me gusta pensar en el ejemplo de los personajes de Sailor Moon. Me parecen una gran manera de transformar el imaginario masculino del panteón grecorromano a uno femenino. A excepción de Venus, todas las demás son personajes que siempre son representados como varones, Marte, Júpiter, Mercurio, etc. hasta que Naoko Takuchi decidió representarlas como Diosas que cuidan con amor y benevolencia. La magia es otro elemento muy presente dentro de este imaginario de lo femenino que siempre me ha generado atracción. La hechicera, la bruja, la devoción a la naturaleza siempre estuvo vinculada en muchas culturas a una entidad femenina. Creo que mucho nació del interés y atracción por mujeres/personajes fantásticos de la tv. Y eso también de cierta forma establece el vínculo con la fantasía y la magia. Supongo que mis primeros intereses nacieron de mi atracción por personajes de cartoon como She-ra, Cheetara, la princesa Aura o la Spiderwoman, que me parecían mujeres emblemáticas por sus talentos, habilidades, su ética y su belleza. Para mi estos personajes se vinculan fuertemente con los mitos y dioses del pasado como Venus, Lilith, la reina de Saba, Artemisa, Salome, Dalila que son metáforas simbólicas de representaciones de mujeres poderosas y dominantes. Todo eso de alguna u otra forma se refleja en mi trabajo.

SL: Llevas más de 15 años trabajando con cerámica, ¿cómo ha evolucionado tu trabajo y en este momento cómo exploras nuevas narrativas para las piezas que construyes? 

AGC: Me mantengo abierto a nuevas posibilidades. Intento buscar opciones, parar las orejas para procesos y cosas nuevas. Me aburre en demasía realizar siempre lo mismo y es por eso que siempre estoy buscando nuevas opciones para explorar un mismo material. Ahora que tengo la fortuna de estar produciendo desde Cerámica Suro, me sorprende la cantidad de maneras, formas y distintas opciones de uso del material. Y creo que es en momentos así cuando abres el abanico de posibilidades para explorar el material y en el caso de la cerámica parece que las opciones son infinitas. Tan noble como material, y te permite hacer lo que sea. Si entras a una sala en un museo de historia, siempre encontrarás objetos y modos de cómo los seres humanos hemos utilizado el barro. La alquimia que existe en el mismo material, su simbolismo, es un camino hasta el infinito. Creo que la cerámica encierra de cierta forma el proceso de creación del universo mismo. Un breve souvenir de la existencia del todo.