MUXELANDIA, MARÍA ELENA VALDÉS REVELA UN MUNDO DE ACEPTACIÓN RADICAL NO BINARIA

Cultura, México
MUXELANDIA
Fotografía de María Elena Valdés
Autora del ensayo "Practicando lo no binario" Renata Juárez Huerdo
Ejemplar firmado de edición limitada ya disponible en el MATERIA shop

La fotografía representa la libertad. Eso es lo que motivó a María Elena Valdés a crear Muxelandia, un libro de fotos íntimo que revela el mundo de las mujeres muxe-transgénero, indígenas y zapotecas (o de tercer género) que han existido durante siglos en la comunidad de Juchitán.

Nacida y criada en Puebla, México, el estilo periodístico envolvente de María y la suma de experiencias visuales documentando voces distintas a la suya la pusieron en contacto con la comunidad con la que pasaría un tiempo íntimo. «Quería involucrar a más artistas y más voces, lo que sólo iba a hacer más poderoso el mensaje de lo que pretendía comunicar».

En Muxelandia, la fotógrafa María Elena Valdés, capta la realidad cotidiana, la belleza y la diversidad de Juchitán con todo detalle y color. El libro incluye el texto «Practicando lo no binario» escrito por la periodista Renata Juárez Huerdo y retratos en colaboración con el estilista Chino Castilla. A lo largo del impresionante recorrido se nos invita a muchas conversaciones íntimas y a historias de fondo donde los muxes de Juchitán comparten una experiencia verdaderamente multidimensional. María habló con MATERIA sobre su viaje creativo y las inesperadas lecciones que se llevó de su estancia en este mundo no binario.

MATERIA: Cuéntanos cómo conociste el muxe y el concepto de tercer género tradicional del pueblo zapoteco en Oaxaca. 

MARÍA ELENA VALDÉS: Siempre he tenido un aprecio especial por la cultura oaxaqueña, las comunidades que he conocido allí son verdaderos artistas natos, siempre me han inspirado y además soy una friki de la fotografía. La primera introducción fue cuando vi el libro de la fotógrafa Graciela Iturbide «Juchitán y sus mujeres».

MATERIA: ¿Qué consejo le darías a un fotógrafo que quiera iniciar un proyecto como éste? 

MEV: Que le eche muchas ganas y se asegure de que el tema le interesa de verdad, porque se necesita una gran cantidad de energía y paciencia.

MATERIA: ¿Cuál fue uno de los mayores retos de este proyecto y cómo lo superaste? 

MEV: La comunicación. Casi todos los que colaboraron en este proyecto están radicados en diferentes lugares, hubo mucho compromiso y amor por el oficio de parte de todos. Renata (autora del ensayo «Practicando lo no binario») tuvo una paciencia inmensa a la hora de transmitir sus conocimientos sobre el tema y también a la hora de ayudarme a descargar todo lo que tenía en la cabeza para poder contar la historia. Mantuvimos eternas reuniones a distancia durante todo el proceso.

MATERIA: ¿Cómo te preparaste espiritual, emocional y mentalmente para este viaje fotográfico y primer viaje a Oaxaca para visitar el Muxe?

MEV: Me encantaría decir que estaba realmente preparada para el primer viaje a Juchitán o para cualquiera de los proyectos que he realizado. Al principio, suelo abordar las cosas sin pensarlo mucho porque si no, nunca me pondría en marcha.

La cosa se pone interesante cuando empiezas a editar la primera tanda y empiezas a sentir las secuelas emocionalmente. Ahí es donde entra el trabajo espiritual y mental. El trabajo documental te sacude porque, como fotógrafo, buscas la vulnerabilidad y la conexión de tus sujetos y eso sólo se puede conseguir volviéndote vulnerable tú mismo.

La planificación se basó estrictamente en la logística. Durante unos seis meses estuve en conversaciones con Francisco Ramos, un amigo y nuestro productor local en Juchitán. Él me dio el último empujón de confianza que necesitaba para dar el paso.

MATERIA: ¿Cuáles son algunas de las lecciones más inesperadas que te llevaste de tu paso por este mundo no binario?

MEV: Cuando empiezas a entender que la identidad de género es un espectro que fluctúa, empiezas a ser más empático con los demás. Las expectativas de género tienden a ser violentas con los jóvenes y con cualquiera que no se identifique en un mundo binario. Esto puede permitir que una persona se desarrolle más orgánicamente en lugar de basarse en lo que se espera de una mentalidad occidental.

Recuerdo que una mujer de Juchitán me trenzó el pelo antes de ir a la fiesta, las mismas trenzas que llevan las mujeres y los muxes de Juchitán. Me hizo una corona de flores en la cabeza. Me hizo volver a cuando era niña, me encantaba que me peinaran, les rogaba a mis padres que me hicieran trenzas en la playa. Las trenzas simbolizan el pasado, el presente y el futuro juntos, unifican los tres. Me encanta este recuerdo porque ahora lo relaciono con mi proceso personal de convertirme y sentirme completa.

MATERIA: ¿Hubo alguna oposición a tu proyecto o preocupación por parte de la comunidad? ¿Cómo aceptaron o no su propuesta de compartir su historia?

MEV: Definitivamente hubo resistencia, los muxes han sido exotizados por los medios de comunicación por lo que desconfiaban de lo que iba a ser nuestro diálogo, pero después de hablar y conocer el proyecto se involucraron y fueron las personas más acogedoras y cálidas.

Ramos, nuestro guía y compañero fotógrafo, mencionó que era muy importante compartir que aunque Juchitán parezca un lugar matriarcal también está lleno de machismo y homofobia.

MATERIA: Se ha enfocado mucho la identidad de género y la sexualidad desde una mentalidad binaria occidental. ¿Qué crees que podemos aprender de las culturas muxe e indígenas que pueda ayudar a ampliar nuestra perspectiva? 

MEV: Me gusta destacar que hay muchas comunidades no binarias en todo el mundo, aparte de los muxes, por ejemplo los Hijras en la India. Me enteré de que ambas culturas, la zapoteca y la india, entierran actualmente los cordones umbilicales de sus bebés en el lugar de nacimiento como símbolo de arraigo.

Hay muchas similitudes en las culturas indígenas de todo el mundo que desafían la mentalidad binaria occidental: estas prácticas existen desde hace muchos años. Tomemos como ejemplo a los griegos, en cuyas esculturas y mitología hay personajes sin género que demuestran que el mundo nunca se ha considerado totalmente binario.

El ensayo en Muxelandia el libro «Practicando lo no binario» textos y entrevistas escritas por Renata Juárez Huerdo, te pasea por las reflexiones sobre cómo entender mejor el género y su paraguas. Es un acercamiento a través de la investigación personal, de la historia y de las historias personales de muxe que puede darte alguna perspectiva sobre las realidades de la no-confirmación de género.

MATERIA: ¿Con qué frecuencia los muxe dejan este pueblo y crean vidas fuera de su lugar de nacimiento y de su comunidad?

MEV: La cultura zapoteca es muy orgullosa y arraigada, a pesar de que hay pobreza y violencia, los muxes se enfocan cada vez más en desarrollarse profesionalmente lo que a veces los lleva fuera de Juchitán.

Hay una entrevista entre de Renata y muxe y una muxe, Sofía en la que Sofía le dice a Renata: «Hoy podemos ir a la escuela, tener carreras, vidas diferentes. Tenemos esa oportunidad. Desgraciadamente, los muxes mayores no podían. A los chicos jóvenes que ya quieren vestirse de mujer, les daría el consejo de que primero vayan a la escuela, para que puedan comprar su primera peluca ellos mismos y no que sus padres se la compren.»

MATERIA: No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación de muxe, Amurabi «Es importante nombrar las cosas, porque si no, no existen. Si no nombramos la identidad del muxe, no existe».  Además de nombrar a los muxe y sus tradiciones, ¿qué cree que es lo más importante para la conservación y el avance de esta comunidad?

MEV: La frase de Amurabi ha calado en mí, me gusta aplicarla a muchos ámbitos de mi vida, no pensamos mucho en el poder que pueden tener las palabras. Me gustaría destacar el zapoteco y las lenguas indígenas. Hay una enorme carga de historia que se pierde si se olvida su lengua, animando a las familias a transmitirla a sus hijos.

Otra razón por la que pensé que Muxelandia sería útil era para documentar y crear archivos culturales a través de libros y grabados, que son objetos que pueden vivir por sí mismos.

La tecnología puede ser una amenaza para las culturas indígenas. Creo que todavía tenemos que idear formas más responsables de abogar por la estimulación del crecimiento y la preservación de dichas comunidades.

La globalización ha puesto en tela de juicio algunas de las prácticas más tradicionales, especialmente para las generaciones más jóvenes. Su arraigo a la cultura zapoteca prevalece: recuerdo un día que la reina de la vela, Mayté, se preparaba para una fiesta. Se estaba trenzando el pelo de forma tradicional mientras veía vídeos musicales de K-pop en la televisión.

El proyecto retrata el inevitable uso e impacto de la tecnología y las redes sociales en nuestra época, pero también se centra en el orgullo que hay detrás de una tradición: es una mezcla de conservar lo antiguo y construir lo nuevo.

MATERIA: Hay una hermosa conversación entre la autora Renata Juárez Huerdo y el muxe La Toya respecto a la experiencia personal del hijo de Renata con el género y la identidad: «No es lo que quiere, es lo que es». ¿Cómo interpretas esta idea de aceptación radical?

MEV: Es radical porque o aceptas algo o no lo aceptas, viene del aprendizaje y la comprensión del amor incondicional.

MATERIA: You leave us with a very poignant image, «…people who are free and spin powerfully on their axis… they call this axis their navel, and that by burying your umbilical cord, you gain your sense of belonging; once you find your rootedness, you are invincible.» Can you expand on how that metaphor defined your experience in Juchitán?

MEV: It’s about my own self-concept. The umbilical cord and the navel relate to your sense of rootedness and my interpretation of what rootedness means is when you start to become aware of what is in your gut. It is an intuition that you are born with.

For me home has not always been the same physical space, it has been difficult to define my sense of rootedness. I’ve moved around a lot and I think I’ve found it in many places.

I think knowing your instinct/rootedness is about accepting and overcoming all that shadow work, negative feelings, insecurities and internal dialogue when you want to do something or stand up for what you believe in. It is a guide that allows you to get a foothold.

Being invincible means losing the feeling of fear behind not knowing what happens between going from A to B, trusting your instinct and being true to it in whatever you do.