Entre el 2018 y 2019 Pablo López viajó alrededor de Cuba en búsqueda de fachadas inusuales las cuales sus elementos de hierro adquieren un cierto significado, más allá de su típica función. Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Pinar del Río se encuentran entre las ciudades que inspiraron estas fotografías.
Romana Tropical toma un acercamiento crítico hacia el concepto de la identidad nacional. Por ende, se apunta hacía la visibilidad dentro del conflicto dual entre los orígenes de su cultura multiétnica y su pasado colonial. Tal y en como varios países dentro de Latinoamérica, es más que notable la herencia arquitectónica del mandado europeo en el mapa de las ciudades de Cuba. Así mismo, pocos son los restos que quedan de la arquitectura pre colonial del Caribe, siendo notablemente relegada hacia las afueras de la ciudad. Sin embargo, un curioso fenómeno ha comenzado a emerger en las últimas décadas dentro del perímetro que conforman los pueblos más chicos. Estilos clásicos y barrocos han sido readaptados para decorar espacios privados, cayendo presa a una paleta de colores con características vividas del Caribe. Aparecen en los detalles más pequeños del hierro trabajado de casas locales, decorando fachadas y entradas como un símbolo de estatus y cultura.
La noción de que el poder y el estatus siguen siendo relacionados con una particular estética europea es completamente erróneo con la historia revolucionaria de cuba. A pesar de ello, reflejado ante este estilo arquitectónico particular, Cuba se pinta bajo una nueva luz; una fortaleza tropicalizada de su ancestral gloria romana.
This project was financed with Les Résidences Photographiques grant of the Quai Branly museum.
