UNA TORRE DE SONIDO: INSTALACIÓN Y PERFORMANCE SONORA EN LA TORRE DE LOS VIENTOS

Arquitectura, Cultura, México
Texto por Aleph Molinari
Fotografía por Noel Higareda y Liz Zepeda
Imágenes de archivo por cortesía del patrimonio de Gonzalo Fonseca

Torre de Sonido es una performance sonora y una instalación de arte en la icónica Torre de los Vientos de Gonzalo Fonseca. Integrando una performance sonora inmersivo en el lugar, Torre de Sonido es una experiencia colectiva que reanima una estructura inerte y que rinde homenaje al patrimonio cultural de México. Este proyecto polifacético—que abarca arquitectura, escultura, instalación y arte sonoro—representa la recuperación de las islas culturales que sobreviven en una ciudad fragmentada por la urbanización implacable.

La Torre de los Vientos

En medio del tejido urbano de Ciudad de México se ubica una poética torre escultórica conocida como La Torre de los Vientos. Diseñada y construida por el artista uruguayo Gonzalo Fonseca, la torre es una de las veintiun esculturas que componen la Ruta de la Amistad, un proyecto cultural concebido por Pedro Ramírez Vázquez y Matthias Goeritz para los Juegos Olímpicos de 1968 en México. Para materializar esta ambiciosa visión, invitaron a artistas internacionales a crear esculturas abstractas que representan la conexión de México con el mundo y su participación en la modernidad. 

El título de la escultura deriva de su ubicación en el cruce de vientos de los volcanes, Xitle y Ajusco. Actualmente, esta locura arquitectónica se encuentra en el borde de un esparzo paisaje de roca volcánica y flora árida, enmarcado por carreteras transitadas y construcciones. Rodeada de la urbanización total, la torre es una isla poética en medio de un río de vehículos. Como la mayoría de las torres, es un lugar para observar, para guardar las cosas en su interior y obtener nueva perspectivas. Es un ancla que recuerda el pasado a los que pasan a su lado, marcando el sitio donde la ciudad se disuelve en la periferia.

Fonseca descubrió mundos dentro de los bloques inertes de piedra, cada uno de ellos una pieza de un rompecabezas mayor, un acertijo escultórico que hay que resolver. Cada grieta y cada nicho esconden un sutil misterio. Este objeto arquitectónico transmite una curiosidad intelectual expresada a través de sus detalles, su relieve y su juego de formas.

Fonseca, quien vivió y trabajó en relativa oscuridad durante la mayor parte de su vida, elaboró en piedra las narraciones lúdicas que revelaban su pasión por la historia. Su profundo conocimiento de la arqueología griega, romana, egipcia, sumeria y africana, así como su singular sentido de la mitología, mezclan lo histórico con lo esotérico. Con referencias a collages surrealistas y artefactos antropológicos, su estilo es el producto de la integración del modernismo y el clasicismo arqueológico. Fonseca reconfigura una nueva historia y un orden poético en su arte. Su obra es la simbiosis simbólica de escultura y arquitectura. 

Fonseca descubrió mundos dentro de los bloques inertes de piedra, cada uno de ellos una pieza de un rompecabezas mayor, un acertijo escultórico a resolver. Cada grieta y cada nicho esconden un sutil misterio. Este objeto arquitectónico transmite una curiosidad intelectual expresada a través de sus detalles, su relieve y su juego de formas. Fonseca invita al espectador a viajar en el tiempo, a encontrar y explorar una narrativa. En sus dibujos y esculturas a gran escala, el hombre observa la historia construirse a su alrededor, y se mide con su inmensidad. 

En línea con la poética del espacio de Gaston Bachelard, La Torre de los Vientos genera una relación única con el tiempo, entremezclando el pasado y el presente, el ahora y el futuro. Es como si hubiera sido diseñada como una cápsula del tiempo para ser abierta y decodificada por la posteridad. La modernidad de Fonseca reside en la reinterpretación del pasado y en la construcción de una mitología personal. 

Árbol Suspendido

Como parte de su misión de rescatar y reintegrar la flora y la fauna endémicas que rodean las esculturas de La Ruta de la Amistad, Luis Javier de la Torre concibió una instalación titulada Árbol Suspendido. La instalación trata con los espacios liminares dentro del contexto urbano donde la naturaleza aún puede prosperar. Llama la atención a la importancia de proteger el medio ambiente y reconocer la naturaleza como parte vital de nuestra existencia. 

De la Torre eliminó la parte superior de la torre y colocó un encino laurelillo vivo en su centro, sepultando así la naturaleza en el interior de la torre. El círculo superior se convierte en una visera que permite al espectador ver el movimiento del follaje, las hojas y sus flores, además de revelar los claroscuros de la luz. El espectador se encuentra en el subestrato subterráneo asomándose al mundo a la altura de un árbol. Es un viaje, un recorrido, hacia el interior de la tierra, descorriendo las capas de lo subterráneo y conjurando el pasado histórico de México. La torre amplifica de forma natural los sonidos del árbol, el susurro de las hojas y los sonidos de los pájaros que vienen a visitarlo en primavera. 

El encino (Quercus laurina) es un árbol endémico que dominaba el paisaje de la ciudad prehispánica de Cuicuilco antes de la explosión del volcán Xitle. La erupción del volcán sepultó la naturaleza a su alrededor, convirtiendo los alrededores en un paisaje rocoso aparentemente estéril conocido como pedregales. Poco a poco, el paisaje pedregal ha sido tomado por la rápida urbanización de la ciudad y las interacciones humanas para transformar nuestro entorno. 

Tres meses después de la representación, el roble será replantado en el acantilado que hay frente al lugar.

La performance sonora / Torre de Sonido

En el marco de la Semana del Arte 2022, un grupo de artistas sonoros mexicanos creará una performance sonora en La Torre de los Vientos.  Esta segunda iteración de MATERIA Contexto, incluye instalaciones sonoras en vivo y en directo de los artistas Sites, Ramón Saturnino, y Moisés Sacal Hadid presentadas por Sound+.

Utilizando herramientas y máquinas de procesamiento de sonido construidas específicamente para esta acción —sintetizadores análogos, micrófonos de contacto, live-coding y otros programas digitales de bricolaje—la escultura de La Torre de los Vientos se transformará en un espacio hertziano, donde todos los sonidos y señales del entorno serán procesadas y ordenadas para dar resultado a una composición sonora en tiempo real. Los artistas grabarán los sonidos de los espectadores y de la periferia, las condiciones climáticas, los campos electromagnéticos y los sonidos que emanan de la propia torre.

Esta intervención artística establece un bucle de retroalimentación entre la torre, su exterior y su entorno, creando un espacio híbrido entre el mundo real y el digital. De este modo, la performance sonora hará revivir las narrativas lúdicas inscritas en la escultura por su creador, Gonzalo Fonseca. Esta performance abre una nueva vía para que el público interactúe con una estructura de hormigón inerte en medio de la ciudad. El público, los artistas sonoros y la arquitectura de la torre se convierten en vectores sonoros que se manipulan de forma inesperada.

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La arquitectura y la geometría de la torre darán forma a los gestos sonoros de esta intervención sonora. El interior de hormigón de la escultura es un reverberador natural de las ondas sonoras, que canaliza los sonidos y los moldea en lo que finalmente se convertirá en el soundtrack de la escultura. Al final, es la torre la que esculpirá las texturas obtenidas de su propio contexto sonoro, expresando su propio lenguaje y voz.

Torre de Sonido se lleva a cabo el 12 y 13 de febrero durante la Semana del Arte CDMX 2022. 

Para más información y boletos visita la página del evento.