RCR ARQUITECTES ILUSTRA LA MEMORIA DE UNA ATMÓSFERA
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, fundaron RCR Arquitectes en 1988 en su ciudad natal de Olot, España, rodeada de volcanes dispersos y una exuberante vegetación variada. El estudio, ganador del Premio Pritzker de Arquitectura, ha sido elogiado por obras como el Museo Soulages en Rodez, Francia, realizado con cajas revestidas de acero envejecido, y su propio estudio, el Laboratorio Barberí, construido dentro de los muros renovados de una fundición. En el centro de su práctica se encuentra la aplicación extensiva de dibujos con gouache y tinta que crean para expresar la abstracción de la arquitectura. Un lenguaje que vincula el mundo conceptual con el concreto, sus gouaches de tinta ‘se asemejan al mundo líquido de los sueños’ que se prestan a seducir e inspirar el proceso creativo al tiempo que hacen un camino hacia la materialización del espacio construido.
Sus logros como arquitectos provienen de su decisión en los años 80 de ir a contracorriente. En aquel momento se les dijo que operar fuera de centros urbanos como Barcelona, les haría irrelevantes, sin embargo lo que hizo fue permitirles comprometerse con su propio enfoque. El trío describe la experiencia humana visceral de su entorno como una comprensión del lugar. Este sentido del lugar enraizado en el paisaje, ya sea natural o urbano, es esencial para su práctica. ‘Hemos buscado una arquitectura que emocione y que sea posible si conectas cuerpo, mente y alma con lo que haces’.
En esta entrevista con MATERIA, los principios de RCR Arquitectes Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta comparten sus orígenes creativos, su práctica artística y su perspectiva sobre la relación entre arte y arquitectura.
MATERIA: Empecemos con tus historias de origen. ¿Dónde creciste? ¿Cómo empezó su viaje hacia el diseño y qué influyó en su evolución como personas creativas?
RCR: ARQUITECTES: Crecimos en Olot, una pequeña ciudad de 30.000 habitantes con un paisaje volcánico muy singular, con una variada vegetación, a menudo exuberante, con encinares, robledos y hayedos de excepcional valor paisajístico. Este paisaje ha influido en nuestra manera de diseñar y como personas creativas al reconocer el valor y la belleza de la naturaleza. También como fuente de conocimiento y experiencia. Por eso concebimos nuestra arquitectura como paisaje.
MATERIA: Cuéntanos cómo se conocieron los tres y cómo comenzaron RCR en 1988.
RCR: Rafael y Ramon se conocieron en el instituto y se fueron a estudiar juntos a la Escuela de Arquitectura del Vallès. Ahí coincidimos los tres. Al finalizar los estudios decidimos volver a nuestra ciudad natal con la idea de hacer arquitectura con mayúsculas, un proyecto que los profesores de nuestra escuela consideraban un auténtico disparate, llegando a vaticinar que lo que habíamos de hacer como arquitectos, ya lo habíamos hecho. En aquellos tiempos, irse lejos de la urbe se igualaba a hacer proyectos insignificantes. Sin embargo, también seguimos el consejo de otro profesor de no aceptar cualquier encargo, por más atractivo que pareciera. Declinamos una promoción de viviendas turísticas y buscamos nuestra manera de plantearnos la arquitectura. En esa estela surge la participación en un concurso nacional para un faro en las Islas Canarias que marcará nuestra trayectoria porque cuestionamos la tipología del faro como torre y nos preguntamos qué era un faro. Esto nos llevó a un brazo extendido sobre el acantilado con una luz en la punta que recordaba a una lámpara de aceite. El proyecto ganó el concurso, aunque no se construyó, pero nos marcó y nos aportó visibilidad.
MATERIA: Háblenos de su estudio de diseño actual.
RCR: Somos un núcleo de 12 personas, nosotros incluidos, que se complementa con un equipo de alrededor de 20 personas. En una ciudad pequeña como Olot no es fácil retener talento al estar alejados de centros urbanos como Barcelona, pero tenemos un flujo constante de peticiones para estancias de becarios de todo el mundo, lo que nos aporta frescura y nuevas miradas.
MATERIA: ¿Y qué tipo de cultura han desarrollado? ¿Cómo se ha formado el talento que viene a trabajar para ustedes?
RCR: Nuestra cultura proyectual se basa en la creatividad compartida. En vez de la obsesión por la autoría nos interesa el trabajo en equipo y un planteamiento multidisciplinar. El talento que viene se forma con los proyectos que tenemos en marcha. Para que su aprendizaje y contribución sea significativa, pedimos estancias de mínimo 6 meses. De esta manera tienen una inmersión en nuestra manera de trabajar. Se crean lazos muy fuertes en los equipos, tanto en lo profesional como en lo personal. Para nosotros la arquitectura ha de ser vital y nos gusta desarrollarla como investigación profunda porque lo cuestionamos todo.
MATERIA: ¿Cómo ha evolucionado su estudio de diseño a lo largo de los años?
RCR: Hemos querido ser coherentes. Y hemos continuado siguiendo nuestro norte tras el Premio Pritzker. Seguimos siendo los mismos, naturales e inquietos.
MUSEO SOULAGES, FOTOGRAFÍA DE THEO COUTANCEAU-DOMINI
MATERIA: ¿Qué ha aprendido sobre la colaboración al trabajar con tres socios? ¿Tienen puntos fuertes diferentes y, si es así, cómo han encontrado una armonía colectiva entre sus talentos individuales?
RCR: Trabajar en colaboración nos ha aportado flexibilidad y capacidad de improvisación. También es un ejercicio constante de respeto por el otro. En alguna ocasión nos han comparado con un trío de jazz. Esta idea nos gusta porque en el jazz hay una variedad de talentos e instrumentos que son capaces de crear una pieza conjuntamente. Todas las contribuciones dan lugar a una melodía más rica. Cada uno de nosotros tiene una personalidad distinta, pero sabemos tocar música juntos.
MATERIA: Su trabajo tiene un fuerte sentido del lugar. ¿Cómo se llega a conocer un nuevo lugar que te es totalmente desconocido? ¿Cómo es ese proceso?
RCR: El sentido del lugar nos viene de nuestro compromiso con el paisaje, sea natural o urbano. Y la arquitectura ha de formar parte orgánica del lugar donde se asienta. Para conocer un nuevo lugar hemos de convertir nuestro cuerpo en una herramienta capaz de registrar toda la información que nos da ese lugar con todos los sentidos. Esta capacidad es la que intentamos fomentar en los talleres que damos cada verano en el RCR Summer Workshop y en talleres a lo largo del año en nuestro territorio que es La Vila. En ese paisaje que está a 10 minutos de Olot estamos creando un centro de investigación para fomentar la lectura del lugar. Como decía Luis Barragán: “No hagan lo que yo hice, vean lo que yo vi.” Dicho de otra manera, cada uno ha de descubrir su mirada personal para que su proyecto tenga alma. Ha de sentir el lugar desde su propio ser.
MATERIA: Su libro RCR: ‘Obras sobre Papel’ explora una parte central del proceso creativo de su estudio: la ilustración. ¿Cómo encaja el dibujo en su proceso creativo?
RCR: Con la aguada de tinta se consigue abstraer la esencia de un trazado todavía impreciso de un proyecto. Las aguadas de tinta se asemejan al mundo líquido de los sueños, se prestan a la transparencia, a las capas, a los velos, no comprometen el resultado final mientras seducen durante el proceso que llevará a la materialización del espacio, la captación del recuerdo de una atmósfera, con sus densidades, colores y cualidades matéricas.
MATERIA: Sus bocetos son verdaderas obras de arte. ¿Puede hablar de la relación entre el arte y la arquitectura?
RCR: Daniel Giralt-Miracle ha señalado que los esbozos son un lenguaje libre, porque tanto su génesis como su evolución se encuentran en los dibujos y en nuestra obra construida, que son a su vez signos y símbolos, formas integradas en su contexto y que no renuncian a la elegancia, a la belleza y a la sencillez. Se podría decir que la relación entre el arte y la arquitectura está marcada por la capacidad de expresarse desde la abstracción.
MATERIA: ¿Qué consejo le daría a sí mismo de joven, después de más de 30 años de práctica arquitectónica?
RCR: Citaré a Mathias Goeritz que dijo que sólo recibiendo de la arquitectura emociones, el hombre puede volver a considerarla como un arte. Hemos buscado una arquitectura que emocione y eso es posible si conectas cuerpo, mente y alma con lo que haces.
'OBRAS SOBRE PAPEL' ESBOZOS. 103 RESTAURANTE ENIGMA. BARCELONA, ESPAÑA, 2014–2016 AGUADA A LA TINTA SOBRE PAPEL CANSON BASIK.