LUZ INSTANTE, UN CONTINUO SENSORIAL DE JULIA CARRILLO

Arte, México
Luz Instante de Julia Carrillo en exposición del 26 de junio al 26 de septiembre de 2021
Espacio Arte Abierto, ATRZ Pedregal en la Ciudad de México
Cinematografía y edición de Noel Higareda y Liz Zepeda
Música de la exposición cortesía de Mani Nilchiani

La artista Julia Carrillo utiliza el lenguaje y las herramientas de las matemáticas y la ciencia como forma de entrar en un universo de abstracción. Sus experimentos con el espacio crean esculturas virtuales, figuraciones tridimensionales geométricas e ilusorias que se descubren en el interior de sus caleidoscopios, que Julia denomina esculturas de luz, el material principal de estas piezas. Para su última exposición Luz Instante en Espacio Arte Abierto en ARTZ Pedregal, Julia involucra al espectador en el viaje a través de una serie de artefactos ópticos que crean una experiencia sensorial al utilizar su cuerpo como instrumento que activa las piezas. Durante una presentación especial, Carrillo colaboró con el músico Mani Nilchiani en una performance que integra la caída del agua, la luz y los sonidos para ampliar la experiencia sensorial.

Julia nos habla de su camino creativo, de su formación como artista y matemática, y de cómo valora la diversidad en sus rituales creativos.

MATERIA: Empecemos con su historia de origen. ¿Dónde creciste? ¿Cómo empezó su viaje hacia el diseño y qué influyó en su evolución como persona creativa?

JULIA CARRILLO: Crecí en la Ciudad de México. Vengo de una familia de matemáticos. Mi papá representa el lado más vinculado a la ciencia, insistió en mostrarme la ciencia para explicar el funcionamiento de muchos de los fenómenos que ocurren en la naturaleza. De ahí viene una parte de lo que me entusiasma en mi trabajo: cómo observo y encuentro explicaciones de lo que me rodea. Mi mamá es geómetra, de hecho fue mi maestra de geometría en la UNAM, y es una persona muy creativa que me ha motivado siempre. 

Desde que era niña iba a clases de pintura, me gustaba mucho construir cosas, inventar, cocinar y hacer varias actividades que propician la creatividad. A los 13 años junté dinero para comprarme mi primera cámara. Era una cámara análoga y entonces fue que tomé mis primeras clases de fotografía y conocí un cuarto oscuro. Aprendí a revelar. Las técnicas de revelado en cuarto oscuro eran relativamente comunes en ese momento. Ahora, casi 20 años después, las he retomado en la serie de fotogramas.

MATERIA: Descríbanos lo que cree que son algunos de los fundamentos del diseño mexicano y cómo la cultura se revela en el arte y el diseño.

 JC: Las expresiones culturales en México son de una riqueza ilimitada. Hay algunos elementos que han sido relevantes para mi, que me dejan atónita cada vez que los pienso, como el avance en astronomía de las culturas originarias de estas tierras. Me impresiona su sentido de la observación, cómo connotaron las manifestaciones de la naturaleza y cómo construían sus templos en función de los acontecimientos del espacio celeste. Enfatizaban los trayectos de la luz. Muchos arquitectos y artistas han recuperado estos recorridos solares en sus obras. Y al énfasis en la luz, habría que sumar la presencia del color, y su capacidad para afectar estados de ánimo. Asimismo, vale recalcar la tradición que se sustenta en la artesanía, en hacer las cosas con nuestras manos. 

MATERIA: Entonces, primero estudió Matemáticas y después Artes Visuales. Como matemático, ¿cómo integra su práctica artística las matemáticas y la física en sus obras?

JC: Entiendo las matemáticas como un lenguaje, el lenguaje de la ciencia. Una manera de entrar en un universo de abstracción. Quizá muchos matemáticos no estarían de acuerdo en considerar las matemáticas como un lenguaje y lo consideran una ciencia en sí misma, pero para mí es un lenguaje que permite comprender la ciencia. En mi caso es también una vía para la aproximación a la física y la astronomía. 

La ciencia es para mi una herramienta y las matemáticas un modo de pensar. Considero que la capacidad de abstracción de las matemáticas permite que la creatividad llegue a unos lugares que me resultan inesperados, alucinantes y divertidos. Normalmente mis proyectos o investigaciones no nacen desde la ciencia, quizá lo que comparte con la ciencia es también lo que comparte con el arte, o simplemente con la curiosidad humana: intentar comprender este mundo en el que vivimos. En particular me interesan los fenómenos naturales que nos condicionan, que nos rodean y nos afectan y que hemos aprendido a vivir con ellos con tal naturalidad que tienden a pasar desapercibidos. Me interesa rescatar estos momentos que nos van pasando por enfrente, investigarlos y llevarlos a una experiencia estética a través del arte, la percepción y los sentidos.

MATERIA: Háblenos del concepto de su actual exposición Luz Instante y de cómo surgieron sus «esculturas de luz».

JC: Luz instante es un recorrido a través de una serie de artefactos ópticos que crean un continuo sensorial. Cada pieza vincula luz, espacio y tiempo, a la vez que nos anima a experimentar con nuestros cuerpos. Es una invitación a que cada participante  se adueñe y habite las obras desde un lugar propio. El visitante creará espacio y activará de inmediato las obras, porque cuando entramos a un espacio, el espacio entra en nosotros y la experiencia se convierte en un intercambio, en una fusión entre sujeto y objeto, el aquí y ahora lumínico constituido por los encuentros espaciales. 

En esta exposición hemos transportado o reproducido varios de los artefactos que he ido creando desde hace algunos años. El espacio de Arte Abierto es un lugar muy grande que al inicio de cada exposición es un “cubo blanco”. Entonces todo el espacio fue diseñado y creado específicamente para la exposición, los muros se construyeron alrededor de las obras y no las obras insertadas en un espacio. El recorrido está planteado para que los visitantes puedan elegir su recorrido. Cada sala tiene dos opciones de paso hacia otras salas. 

En la exposición se presentan los artefactos ópticos de manera en que la luz va del “afuera” al “adentro” en diferentes niveles. Conforme vas avanzando, las obras van exigiendo un poco más del espectador en cuanto a su participación. La luz pasa de estar proyectada en el afuera en la primera obra hasta llegar a “contenerte” en la última pieza. 

MATERIA: ¿Quiénes fueron algunos de los colaboradores con los que trabajó para esta exposición? Muchas de las piezas parecen bastante complejas de fabricar. ¿Ha aprendido alguna lección especialmente importante de este proceso?

 JC: Creo fielmente en el trabajo colectivo. Tuve la suerte de colaborar con un equipo que resultó maravilloso. Esta es una exposición en la que muchas personas hicieron que fuera posible. 

De mi equipo Ariana Landaburo quien me ayudó desde la conceptualización hasta la ejecución de detalles, ella es historiadora del arte y me ha acompañado en varios de mis procesos, hemos trabajado en varios proyectos juntas desde hace algunos años. Matías Arroyo trabaja en mi estudio y me ayuda con la producción de varias obras, es mi compañero en varios de los experimentos que realizo en el laboratorio. También trabajé con Santiago Echarri, un joven arquitecto y Emiliano Valencia, un joven diseñador que tiene la capacidad de resolver casi cualquier asunto que surja.

Al transportar al espacio de Arte Abierto todas las ideas y tener que materializarlas el equipo de producción encabezado por Roberto Velázquez e integrado por Laura Vieco, Sharon Gesund y Alberto Martínez. Tuvimos varias conversaciones y rebotes de ideas sobre el espacio, la museografía y propuestas para la producción y montaje de las obras. Roberto es una persona increíblemente cuidadosa con los detalles y con una sorprendente capacidad de ejecución. Muchas de las obras son complicadas de construir y requieren de gran cuidado y el resultado en este sentido es bastante sorprendente. También tuve la fortuna de colaborar con un gran equipo de maestros de obra, talleres de producción y artesanos de varias ciudades del país. 

Además, he contado con el apoyo de Mónica de Haro, Gabriela Correa, Guadalupe Salcedo y Mónica Amieva. Ellas me han acompañado durante todo el proceso y están muy enfocadas en hacer que ocurran una serie de acciones que activen la exposición y la acerquen a diferentes públicos. Realmente ha sido un gusto trabajar con el equipo de Arte Abierto. Durante este proceso he aprendido de todas las personas que forman parte del equipo, ha sido una aventura en donde el intercambio en distintos niveles ha sido un placer y gran aporte para mi, no solamente en términos profesionales sino personales, ya que hoy en día son queridas amigas y amigos.

Recientemente realicé una activación de la obra Tiempo lumínicos en colaboración con Mani Nilchiani. Mani es un músico y diseñador iraní que vive en la ciudad de Nueva York. Su música explora las expresiones contemporáneas de las ricas tradiciones microtonales y líricas de la música clásica iraní. Además, es una persona extremadamente sensible que conecta de manera muy especial con sus entornos. La colaboración consistió en un performance en el que se sincronizó la caída de las gotas de agua con la música de Mani, de manera que se amplió la sensorialidad de la obra hacia el componente sonoro de manera improvisada. 

También he colaborado desde la primera etapa del proyecto con Hojarasca, un colectivo transdisciplinario y multimedia que radica en la Ciudad de México que está haciendo un documental sobre la exposición. Hojarasca está integrado por un increíble equipo de artistas visuales, diseñadores, arquitectos, fotógrafos, cineastas y profesionales de distintos campos creativos.

MATERIA: ¿Cómo comienza su proceso creativo cuando empieza una nueva obra o un nuevo espectáculo?

JC: Depende de cada proyecto. En general me surge una idea y comienzo a investigarla. El mismo proceso de la investigación me va guiando hacia el medio en el que se desenvuelve la obra, es uno de los motivos por el cual trabajo con diferentes medios, permite que cada proyecto guíe su salida.

Generalmente el proceso creativo me agarra por sorpresa en momentos inesperados. Pienso también que hay distintos tipos de momentos creativos. Digamos que el momento en el que se me ocurre una idea es muy diferente del momento creativo en el que pienso el cómo llevarla a cabo, el momento en el que la investigo, o el momento en el que se materializa siendo ya una obra. En mi práctica considero que todas estas son etapas de creatividad. 

En el caso de una exposición es diferente. Normalmente ya hay varias obras previamente realizadas y la labor creativa consiste en hacerlas convivir y generar un diálogo entre ellas, a veces buscar si el discurso es sólido o hay algo que falte o que esté de más. También me parece importante ponerse en el papel del visitante e imaginar cual es la experiencia que quisiera transmitir. Todo en este punto a nivel de la imaginación. 

MATERIA: Creemos que los rituales diarios son muy importantes en la forma en que nos mostramos en nuestras vidas. ¿Cuáles son algunos de tus rituales diarios que te impulsan como persona creativa?

JC: Soy una persona que no se rige por muchos rituales. Generalmente me despierto, tomo un café, hago un poco de ejercicio. A veces no tengo mucho tiempo para esto, pero procuro al menos dedicar unos minutos a estirarme. Siento  que esto me carga de energía y me deja lista para elaborar la estrategia del día. Mis días tienden a ser muy diferentes unos de otros. Mi trabajo exige actividades de muy diversos tipos y esto me gusta mucho. Hay días en los que me puedo quedar en el estudio todo el día haciendo experimentos o trabajando en el cuarto oscuro. También hay días que tengo que dedicar a hacer investigación de diferentes tipos, leer, escribir u observar. La siesta de 10 minutos es algo que disfruto y necesito, de ella depende mi creatividad y concentración. Es importante para mi la diversidad de actividades y creo que me ayuda mucho, soy muy inquieta. Me gusta estar abierta a los cambios de planes inesperados y esto hace que mis  rituales no sean tan estrictos.  

MATERIA: ¿Puede decirnos en qué está trabajando actualmente y qué le entusiasma? ¿Qué podemos esperar de él?

 JC: He estado trabajando con una serie de artefactos sonoros y ese proyecto me tiene muy emocionada. Son una serie de objetos que por la vía de fenómenos naturales o mecanismos análogos que funcionan con la gravedad, el viento o el agua y generan sonidos. Son varios y los he ido realizando de manera paralela hasta llevarlos a maquetas ya funcionando. Ahora me toca tomar uno por uno y darles el último empujón que los convierte ya en obras terminadas. En particular hay uno que me emociona mucho que es son una serie de aerófonos que se activan con las olas del mar, es una obra para ser instalada en un costa y funciona de manera tal que las fuerzas de las olas cantan al pasar por los aerófonos. Es un proyecto que me tiene muy motivada en parte porque tengo mucho que aprender en este camino. Inicié colaboraciones con algunos músicos y he estado aprendiendo mucho. 

Próximamente iré a la residencia Art OMI en Nueva York a trabajar en un proyecto en colaboración con la artista Nooshin Rostami. Esto también me emociona mucho, hemos trabajado juntas anteriormente y tenemos maneras de pensar que resultan complementarias. Nuestras conversaciones tienden a tomar rumbos de creatividad que nos han nutrido mucho a ambas.