La costa oeste de Chile está llena de arquitectura de estilo brutalista, muchas de las cuales se construyeron en los años 90 y 2000 durante el boom económico y cultural posterior a la dictadura. El intenso territorio atrajo a arquitectos y artistas tanto por su belleza como por el deseo de imaginar soluciones construidas en entornos tan poéticos, donde el mar, el desierto y las montañas chocan. El fallecido arquitecto Cristián Boza es uno de los muchos arquitectos que construyeron su refugio familiar en Los Vilos. Para la Casa Los Vilos, terminada en 1997, Boza utilizó materiales como la piedra de tonos cálidos que se funden con el acantilado donde la casa se encuentra con el mar. Las largas y sinuosas pasarelas y las formas circulares, incluido un brillante muro de cemento en la terraza principal, son elementos que protegen y sumergen a los habitantes en el terreno natural. El fotógrafo Cristóbal Palma comparte una historia visual que forma parte de un conjunto de trabajos para catalogar la arquitectura chilena contemporánea.
