MASA GALERIA 'THE LAST TENANT' DIFUMINA LAS LINEAS ENTRE EL ARTE, EL DISEÑO Y LA EXPERIENCIA DEL TIEMPO

Arte, México
MASA Galería 'The Last Tenant'
En exposición del 18 de marzo al 9 de mayo de 2021
Fotografía de Fabian Martinez y Noel Higareda
Fotografía de la exposición por Tom de Peyret por cortesía de MASA Galeria

 


PULSE EL BOTÓN PARA ESCUCHAR EL RELAJANTE ASPERSOR DE LA EXPERIENCIA ‘THE LAST TENANT’

MASA camina por la borrosa línea entre el arte y el diseño, el diseño coleccionable y el diseño experimental. En su cuarta iteración, MASA Galería presenta El último inquilino en exhibición hasta el 9 de mayo de 2021 en la Ciudad de México. El colectivo fundado por Age Salagõe, Héctor Esrawe y Brian Thoreen, «es un proyecto nómada que ofrece un espacio para el discurso sobre el diseño». Cada iteración de MASA presenta obras de artistas mexicanos o creadas en México por artistas internacionales. 

La experiencia de entrar a The Last Tenant comienza con la casa abandonada de Las Palmas 1145 en Lomas de Chapultepec donde se instala la exposición. Las ubicaciones exquisitas se han convertido en una firma para Galería MASA. La banda sonora que se repite es el sonido sorprendentemente relajante de los aspersores que recuerdan que la galería es, de hecho, una gran casa convertida en una ruina moderna rodeada de jardines cuidados, árboles de Jacaranda, enredaderas crecidas, tejas abandonadas que se ven fuera de las ventanas de la galería. El comisario y artista Mario García Torres ofrece un discurso inquietante sobre el último inquilino de la casa de Las Palmas 1145, reflexionando sobre el tiempo, los materiales, la memoria y los restos de vida que dejamos atrás.

«No era boyante, la mayor parte del tiempo. O eso creían. De hecho, se negaba a permitírselo. Era una cuestión de gusto. Del mismo modo, nunca tenía prisa. Todas esas cosas implicaban un cierto instinto mundano que no le interesaba alimentar. Si acaso, tenía el tiempo a su favor. Le gustaba esperar a que las cosas tuvieran sentido. Pasaban los días y los meses, y apenas se le veía salir de casa. Se creía que su piel se sentía más joven de lo que debería, debido a que no tenía en cuenta el calendario. De eso hablaban sobre todo los vecinos. No se trataba de su soledad, sino del aspecto de su piel. Fueron ellos los que realmente convirtieron sus días en un mito. Nadie sabe con exactitud durante cuánto tiempo vivió aquí. Era la música la que informaba de su presencia. Aparte de eso, era el silencio. Sólo los aspersores perturbaban esa monotonía. Los vecinos fantaseaban con que el riego del jardín se había convertido en la forma que tenía el inquilino de saber la hora. El conserje también se movía por la casa con un ritmo persistente y apenas veía a su jefe. Era un acuerdo, un contrato sin palabras. Casi nunca se cruzaban; cuando uno salía de la habitación, el otro le seguía por el otro lado de la casa, en una especie de ballet. Después de un largo fin de semana, cuando el conserje llegó de nuevo al trabajo se dio cuenta con sorpresa de que la casa había sido vaciada. Limpiada. Y no había nadie a la vista. Ningún habitante, ningún mueble, nada. Siguió trabajando, a pesar de todo, esperando durante años, pero nunca volvió nadie. No hubo una despedida, ni una nota, nada. Olvidada en un armario había una pequeña caja de cartón cerrada. Contenía fotografías, algunos recuerdos y notas escritas, que se han instalado en la cocina de la casa. Son las únicas pistas, una versión fragmentada si acaso, que podrían contar la vida y los intereses del hombre que vivió en esta casa. Las obras de arte y de diseño que se exponen aquí forman, en conjunto, una especie de retrato, desde la distancia; cosas que imagino que habrían gustado a El Último Inquilino».

— Curado por Mario García Torres

 

 

ESTUDIO DE HABITACIONES ‘SILLA DE OJOS SIMPLE’ 2021. FOTOGRAFÍA DE FABIAN MARTINEZ.
ANA PELLICER ‘COLLAR DE OAXACA’ 1981
RUBÉN ORTIZ TORRES ‘CUBISMO SENSIBLE’ 2019
GELES CABRERA ‘CALAVERA’ 1985

El último inquilino provoca que los visitantes se detengan a reflexionar sobre el propio tiempo en relación con la práctica de los artistas y diseñadores. La curaduría incluye obras de Geles Cabrera, cuya carrera abarca más de 60 años y es conocida por ser la primera mujer en ejercer profesionalmente la escultura en México. ‘La ciencia como la realidad, siguen siendo platónicas’ 2018 de José Dávila es una instalación que se mantiene en extrema tensión al borde del movimiento. ‘Cubismo sensible’ 2019 de Rubén Ortiz Torres invita al visitante a observar durante horas para presenciar, el uretano y el pigmento termocromático utilizado en sus piezas, cambiar de color a medida que la sala se calienta a lo largo del día. «Si algunas obras exigen al público que se detenga un momento para ser consideradas, otras han sido ellas mismas las que han esperado que las alcancemos y las hagamos pertinentes a nuestro tiempo. En ese sentido, El último inquilino, se convierte en el espacio por el que trabajan y esperan estas manifestaciones».

ANA PELLICER ‘VESTUARIO PARA NAHUI OLLIN’ 1991
EWE STUDIO ‘ALTAR TABLE #7’ 2021
ESTUDIO DE HABITACIONES ‘SILLA DE OJOS SIMPLE’ 2021. FOTOGRAFÍA DE NOEL HIGAREDA.
LA TRASTIENDA COMISARIADA Y ESTILIZADA POR EMMANUEL PICAULT DE CHIC BY ACCIDENT

 

 

 

 

Galería MASA
‘El último inquilino’
comisariado por Mario García Torres

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